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(Barrio Artesanal – Tarija)
Damasita Tejerina Ovando, madre soltera, tiene dos hijos varones uno de 30 años y el otro de 28 años. Ambos hijos no se casaron ni tienen hijos, por lo tanto aún viven con su madre y abuelo.
Doña Damasita desde que es parte del proyecto de Hidroponía que implementa Esperanza Bolivia,comprendió que cultivar de esta manera, se adapta a cualquier tipo de espacio y condiciones, reduce el uso de agua hasta en un 90%, ya que ésta se puede reciclar y reutilizar, además de disminuir los costos de producción debido al ahorro de agua, fertilizantes, pesticidas y maquinaria agrícola.
Ella mayormente se dedicó a la costura y confección de ropa para mujer, vestidos, uniformes, pantalones de tela y otros, pero siempre tuvo una pasión particular por las plantas. Es por eso que tenía bastantes plantas en macetas alrededor de su casa, hasta que se enteró que la sub gobernación de Tarija estaba financiando la elaboración de huertos urbanos e invernaderos, para lo cual se juntaron entre los vecinos del barrio artesanal para conformar una asociación, acceder a este beneficio y cumplir uno de sus sueños.
Una vez ya puesto su pequeño huerto urbano de manera tradicional con su respectivo invernadero fue llenándolo de diferentes hortalizas y algunas flores. Aun así vio necesario implementar más hortalizas pero el invernadero no le alcanzaba, y para poner otro le resultaba mayor inversión además del requerimiento de mayor agua. En el barrio donde ella vive hay meses donde escasea el agua y agrandar su huerto sería casi imposible. Los técnicos de la subgobernación asistieron a la socialización de huertos hidropónicos que implementaría Esperanza Bolivia en uno de sus proyectos de Seguridad Alimentaria y cuidado de medio ambiente y para el cual no dudaron en invitar a doña Damasita para que sea parte.
Doña Damasita ya es parte de este proyecto hace 3 años donde durante la pandemia fue capacitada y dotada de insumos para la construcción de su huerto hidropónico donde hasta el día de hoy recibe asistencia técnica y visitas periódicas para el mantenimiento de éste. Ahora doña Damasita cosecha de su cultivo hidropónico diferentes hortalizas: Apio, acelga, lechuga, espinaca entre otros, las cuales rápidamente las vende a vecinos del barrio que ya conocen que sus hortalizas están libres de agroquímicos y son más saludables.
Actualmente asiste a talleres de elaboración de abonos y pesticidas orgánicos para cultivar en suelo y ser de igual forma 100% agroecológicos.
“Aconsejo a las familias que puedan tener su huertito urbano, que es necesario en este tiempo que todo está lleno de químicos y no sabemos cómo estamos consumiendo las verduras. Ahora estoy aprendiendo y los ingenieros nos están capacitando en la elaboración de abonos y pesticidas orgánicos para que nuestros huertos sean 100% libres de químicos y de esta manera comer más sano…” – Doña Damasita Tejerina.
Felisa Zenteno Panique
(Comunidad Santa Bárbara Grande – Tarija)
La comunidad de Santa Bárbara Grande atraviesa épocas del año con muy poca agua perjudicando así la producción de hortalizas durante el año entero. Ésta adversidad ocasiona la desintegración familiar y la desnutrición de los niños. Obliga a su esposo a salir de su hogar en busca de trabajo a otras comunidades o a la ciudad en trabajos de plomería y albañilería, mientras ella se queda en el hogar haciendo algunos trabajos de campo. Y a los niños a no contar con diferentes verduras nutritivas para su dieta.
Motivada por las necesidades nutricionales que notaba en su hija, junto a una profesora en la gestión 2018 solicitó el apoyo técnico y económico de la Organización Esperanza Bolivia a través del Proyecto “Microempresas Familiares Campesinas Productoras Transformadoras y Comercializadoras de Hortalizas y Berries en el Valle Central de Tarija” para poder construir un huerto escolar, donde los niños aprendan a cultivar y consumir hortalizas que producen en la escuela. Esperanza financió económicamente el 80% de la construcción del huerto y los padres de familia con un monto mínimo y la mano de obra junto a los técnicos de Esperanza
Los padres de familia gracias a la iniciativa de doña Felisa y la profesora de la Unidad Educativa Santa Bárbara Grande construyeron el vivero que dota de varias hortalizas nutritivas para los niños de la escuelita. Esperanza Bolivia continúa realizando el apoyo técnico y de mantenimiento del vivero hasta la fecha, reforzando ahora en la siguiente fase que es la de capacitación del personal educativo como de los estudiantes en el consumo de las hortalizas a través de talleres mostrando los beneficios y aportes nutritivos que aporta cada hortaliza que cultivan.
El día de hoy doña Felisa apoya en la cocina abasteciendo a más de 50 estudiantes de la Unidad Educativa permitiendo de igual manera vender a un precio accesible a padres de familia de la misma comunidad. El uso de los huertos como recurso pedagógico no solo ayuda a que la alimentación de los niños mejore y sea más saludable, sino también a que se creen huertos agroecológico y se implante una agricultura sostenible que respete los ciclos naturales y utilice abonos orgánicos.
(Comunidad Erquis Oropeza – Tarija)
Félix es parte del Proyecto “Producción Agroecológica Rural y Urbana para el Desarrollo Económico y Nutrición en el Valle Central de Tarija”. Félix con mucho entusiasmo comenzó con las capacitaciones para migrar sus procesos productivos convencionales, hacia procesos agroecológicos, que mejoran el cuidado del medio ambiente, la economía y la nutrición de las familias.
Este proceso de migración consiste en reducir de a poco el uso de agroquímicos en todas las hortalizas que produce y así reducir los daños que estos producen en la salud a largo plazo al ingerirlos. Los talleres de elaboración de abonos y pesticidas orgánicos realizados por el presente proyecto están de a poco convenciendo cada vez a más agricultores por los beneficios a la salud y economía de las zonas del Valle Central.
Félix es consciente que la gente ahora prefiere buscar productos naturales sin mucho agroquímico y que sus frutas y verduras agroecológicas tienen un valor agregado, por lo tanto su participación en los talleres es constante y comprometida. De igual forma y paralelamente se realizó talleres de Nutrición a todos los beneficiarios del proyecto promocionando la alimentación saludable y equilibrada dotando de capacitación y recetas que incluyan las hortalizas de alto valor nutritivo que producen. Por ejemplo aprendieron a realizar hamburguesas de Quinua con papa perejilada y ensalada de brócoli, repollo, tomate Cherry y espinaca. Todos los que participaron quedaron muy sorprendidos por la delicia de la receta sin incluir carne, ser bajo en calorías y muy nutritivo.
Félix mucho antes de entrar al proyecto estudiaba gastronomía durante 4 años en un instituto de la ciudad de Tarija venciendo el curso satisfactoriamente. Ahora aparte de saber que sus hortalizas son cada vez más naturales y saludables, además de las diferentes recetas en las que puede utilizarlas se encuentra muy animado por ser reconocido por las verduras agroecológicas que utiliza en cada uno de sus platos gastronómicos que como Chef cocina.
(Comunidad Guerrahuayco – Tarija)
El día de hoy Franco tiene 6 años, posee un peso perfecto para la edad que tiene y una altura por encima del promedio establecido para su edad. Su plato preferido es la sopa de verduras para el cual tiene una variedad de preparaciones gracias al recetario brindado por el proyecto, que tiene diferentes formas de preparar su sopa utilizando las verduras que ellos mismos producen.
Según datos de Unicef Bolivia ,el país presenta dificultades para cumplir metas en nutrición de niños y mujeres. La reducción de anemia infantil es insuficiente, persiste la malnutrición en el área rural, se incrementa el sobrepeso en niñas, niños y sobre todo en mujeres de 15 a 49 años y se reduce la lactancia materna, alerta un informe del INE. (2019).
A nivel regional, medios de comunicación informaron que el 45% de nuestros niños en etapa inicial, escolar y secundaria estarían con obesidad y sobrepeso, eso quiere decir que los niños tienen una falta de actividad física en el hogar, además de los hábitos alimentarios poscovid ( La voz de Tarija, 2021).
Doña Maria está convencida que su hijo dejó de enfermarse tan seguido y el desarrollo de su crecimiento es gracias a la buena nutrición aprendida en los talleres que imparte el proyecto. Ella ve como otros familiares y amigos de su comunidad tienen hijos enfermizos o que ya padecen malnutrición a una corta edad. Es por eso que ella está muy animada a seguir capacitándose para poder ayudar a otros niños en su desarrollo y a sus padres que estén bien informados e instruidos sobre la importancia de la nutrición infantil.
(Comunidad de Huacata – Tarija)
Organización Esperanza Bolivia, con el apoyo de Esperanza Inc. Y Lovaina Cooperación, desarrollaron el proyecto “Gestión Eficiente del Agua para la Agricultura Familiar y Consumo Humano, en la Represa Huacata del Municipio de San Lorenzo”, en el periodo mayo 2020 a agosto 2021. El proyecto contribuyó a:
- “La mejora del sistema de dotación de agua para consumo humano en nuestra vivienda” comenta doña Dina y continua “Lamentablemente teníamos un sistema de conducción de agua por cañería, pero por falta de mantenimiento este sistema se rompió en varios lugares, quedando muchas familias sin agua para consumo”.
- “La reforestación de parcelas aledañas a la represa de Huacata cercana a nuestra comunidad, es algo que nos benefició de muchas maneras, por un lado, porque nos ayuda a tener un mejor paisaje, dígame si no es bonito”, nos cuenta doña Dina mostrando orgullosa los arboles de pino de cerro y álamos en franco crecimiento “también nos ayuda a controlar la erosión y como rompe vientos”
- “Algo bueno que también nos dejó el proyecto, es el haber aprendido a valorar el cuidado del medio ambiente, por eso hemos cuidado las plantas que con tanto esfuerzo y cariño hemos plantado con el proyecto”, nos comenta.
En mayo de 2022, visitamos a doña Dina Ribera con el fin de hacer seguimiento a los efectos que el proyecto había producido en la comunidad intervenida. Doña Dina ahora de casi 50 años, con 4 hijas y su esposo, continúan viviendo en la comunidad de Huacata una zona alta cercana a los 3,000 m.s.n.m, es el altiplano del municipio de San Lorenzo, próximo a la ciudad de Tarija-Bolivia.
Doña Dina es de familia de agricultores, cultivan papa, maíz, forrajes y cría de animales a poca escala, actividad que sostiene su economía familiar, como ocurre con todas las familias de la comunidad de Huacata.
“Ustedes no se imaginan cuánto nos ayuda el haber apoyado la implementación del proyecto, debemos agradecerles por fijar su atención en nuestra realidad”, nos cuenta doña Dina “El disponer de agua en nuestras viviendas, nos ayuda a ahorrar tiempo porque no debemos caminar a recoger agua, nos da calidad de vida”, continúa sonriendo.
“Mire nuestros arboles cómo han crecido”, nos muestra apuntando hacia la plantación de álamos y pinos en la zona cercana a la represa mismos que han crecido en más de un metro de altura, continua “El próximo año cuando vuelva, va ver de lindo que se verá, mejorará nuestro paisaje, ojala para entonces ya podamos tener un proyecto turístico y una mejor alimentación”, sonriendo nuevamente nos invita a pensar en un nuevo proyecto.
“Por favor haga saber a sus jefes y financiadores, cómo el proyecto ha mejorado nuestras vidas…, el sistema de agua domiciliaria y la reforestación, han impactado positivamente en nuestras vidas, muchas gracias”, concluye doña Dina, siempre sonriente.
DATOS:
N° de beneficiarios del proyecto: 53 familias de manera directa (mas de 300 personas). De manera indirecta, mas de 300.000 personas del Valle Central de Tarija, por el impacto que se genera con la reforestación y la protección de la represa de Huacata. Reforestar esta zona garantiza mejorar una de las principales fuentes de agua para el Valle Central de Tarija
Costo total del proyecto: $us 30.000,00 (treinta mil dólares americanos), aproximadamente una inversión de $us 484,00 por familia, que incluye mejora de un sistema de agua, reforestación de 5 hectáreas con aproximadamente 7000 plantines entre pinos y álamos.